La OMS y otros organismos importantes como la AAP, la AEP y UNICEF recomiendan mantener la lactancia materna (LM) durante los primeros 6 meses de vida del bebé de forma exclusiva y a demanda.
En los bebés alimentados exclusivamente con lactancia artificial, no hay un claro consenso en la literatura científica acerca del mejor momento. Es adecuado esperar a que el lactante presente los signos de que ya está listo para comenzar, lo que al final suele ocurrir en torno a los seis meses de vida como veremos más adelante. Nunca antes de los 4 meses.
Respecto a la alimentación complementaria (AC) en los lactantes prematuros (antes de la 37ª semana de gestación), no hay recomendaciones claras. Estos casos deben individualizarse, ya que son un colectivo con necesidades nutricionales especiales. Por ello, es importante esperar a las señales que indiquen que el bebé está listo para comenzar a comer.
Por lo tanto, a partir de ese momento, 6 meses (nacidos a término, 37 semanas de gestación en adelante) y manteniendo la lactancia materna o de fórmula infantil (FI) como su alimento principal hasta el año de vida del bebé, se deben ir añadiendo gradualmente diferentes alimentos a la leche materna o FI de manera complementaria a su alimentación (porque los alimentos complementan la alimentación del bebé, no sustituyen su alimento principal, la leche). Esto es lo que conocemos como empezar la alimentación complementaria (AC), periodo que abarca desde los 6 meses hasta el año de vida.
Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche (materna o FI) es necesario que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.
Y, ahora bien, para empezar la alimentación complementaria, ya sea con triturados o con Baby-Led-Weaning (BLW) debemos comprobar que nuestro bebé está preparado para empezar a comer, pero ¿cómo saberlo? Sigue leyendo y te lo cuento:
REQUISITOS QUE DEBEN CUMPLIR PARA INICIAR LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA:
MUESTRA UN INTERÉS ACTIVO POR LOS ALIMENTOS. Interés por la comida familiar, los alimentos le despiertan curiosidad y quiere probarlos, chuparlos, tocarlos, aplastarlos; es decir, experimentar con ellos.
SE SIENTA (CON APOYO) MANTIENE LA CABEZA ERGUIDA, es decir, si le sentamos sobre nuestro regazo o en una trona, se mantiene erguido con el cuello y la cabeza derecha (control de la cabeza). No se le cae hacia atrás ni hacia los lados.
COORDINA OJOS, MANOS Y BOCA. El bebé es capaz de ver en la mesa la comida, alargar el brazo, agarrarla con sus manitos y llevársela a la boca.
HA PERDIDO EL REFLEJO DE EXTRUSIÓN. Es un mecanismo de seguridad del lactante. Empuja y expulsa los alimentos sólidos con la lengua hacia fuera de su boca. Si lo ha perdido, es un signo de madurez neurológica para que pueda tragar otros alimentos que no sean líquidos.
Ojo, no todos estos requisitos aparecen a los 6 meses de vida en todos los bebés. Hay algunos que tardarán un poco más en aparecer según la evolución del niño como cualquier otro hito del desarrollo.
Si estos requisitos no se cumplen, deberíamos esperar una o dos semanas más hasta que aparezcan.
No se recomienda demorar el inicio de la AC más allá de los seis meses y medio de edad del bebé, ya que puede ocasionar carencia de hierro y zinc, aumento de la probabilidad de alergias e intolerancias alimentarias y peor tolerancia a distintos texturas y sabores de los alimentos.
En conclusión:
- Ofrecer LM exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé.
- Si no puede darse el caso anterior, por cualquier motivo, por ejemplo, la mamá se incorpora a trabajar y no puede seguir con la LM y su bebé se encuentra en un rango de edad entre 4-6 meses, lo ideal es ofrecer FI de manera exclusiva y comenzar la AC cuando el bebé adquiere las destrezas psicomotoras que le permiten manejar y tragar los alimentos de forma segura, que suele ser en torno los 6 meses.
- No introducir nunca la AC antes de los 4 meses de vida del bebé.
- Lo más importante si estos requisitos no aparecen a los 6 meses, es seguir observando para saber si ha llegado el momento para iniciar la AC, respetando su ritmo de maduración, sin obligar ni forzar a comer. No hay que alarmase, fuera agobios, llegará y será un momento de empezar a disfrutar de esta nueva etapa familiar.
¿Y tú? ¿Has empezado con la introducción de alimentos? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
Te leo.
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